Conoce nuestra casa



La Casa de los Bates, antiguo cortijo de Santa Eladia, es actualmente una casa rural autorizada por la Junta de Andalucía. Está compuesta por un palacete principal de estilo italiano y por amplios jardines y huertas de árboles tropicales (aguacate, mango, caqui, guayaba, plátano, papaya). Dispone de seis exclusivas habitaciones, y 20.000 metros cuadrados de jardines, por lo que nuestros clientes pueden disfrutar de un ambiente muy íntimo a lo largo de toda su estancia.

Esta singular Casa del siglo XIX, catalogada como Patrimonio Civil de la Ciudad de Motril y anclada en el corazón de la Costa Tropical de Granada, se sitúa en una hermosa colina, desde la que se divisan unas incomparables vistas al mar, Vega de Motril y Salobreña.

Los salones, espaciosos y con chimeneas, son los lugares ideales para la conversación y la lectura. La presencia de la música envuelve el ambiente de forma placentera y sosegada. Se integran en la decoración diversos objetos familiares que aportan al lugar un estilo muy personal. Una espléndida terraza mirador, en el exterior y en plena naturaleza, es el escenario idóneo para paladear sabrosos desayunos y saborear las frutas tropicales de nuestra huerta bajo la mágica luz de Andalucía.

Es sin duda, un lugar creado para disfrutar.

Nuestra Historia



Fue una importante alquería en época musulmana y tenía una alcazaba y una muralla para proteger al pueblo. Había una gran casa que decían ¨la aduana¨, una fábrica de azúcar y una alberca para cocer lino. Junto a la entrada estaba el Molino de Beas o de Bates. Lo que queda son los restos de la muralla que protegía la antigua alquería, la torre que llamaban Torre de Bates y un cubo de la muralla. El acueducto subterráneo que cruza la finca originariamente llevaba agua desde la acequia hasta la aduana de azúcar. Pudo tener alrededor de treinta casas, una pequeña mezquita, una fábrica de azúcar, una manufactura de lino, un molino de harina, una casa fuerte o alcazaba, lagares, almacenes, etc.

Tras la conquista de Granada, las ricas tierras de Bates el Viejo fueron compradas por Francisco Ramírez de Madrid, Secretario Real, Capitán de Artillería y Conde de Bornos. Durante varios siglos fueron sus descendientes los propietarios de los Bates.

A finales del siglo XVIII la familia Jiménez Caballero adquiere la propiedad erigiendo una mansión y un jardín botánico, algunas de cuyas plantas fueron traídas por el general Hernández de Velasco, héroe de la guerra de Cuba y buen amigo de la familia. En 1898 José Jiménez Caballero, alcalde de Motril y parlamentario en las Cortes, edifica un palacete colonial, única edificación que queda hoy en pie y cuyos hierros se dice compró a Gustave Eiffel (aunque esto último no está documentado) y crea un jardín romántico italiano para sus invitados (Jardín de la Luna o de Invierno), conectando ambos jardines por una gran escalinata de mármol travertino flanqueada por grutas de coral. Se encuentran entre sus insignes huéspedes diferentes personalidades del mundo de la política y social a lo largo del siglo XX.

Desde 1957...

Queda completamente abandonada y en 1993 Mariperta Martín Feriche compra la finca en ruinas y la restaura con la ayuda de sus cinco hijos. En su centenario, 1998 y tras una intensa restauración, la casa reabre sus puertas como alojamiento rural y lugar de celebraciones. En 2006 la revista Telva elige Casa de los Bates como uno de los diez sitios más románticos para casarse en España y en 2008 la prestigiosa revista Conde Nast elige Casa de los Bates entre las cinco mejores casas de huéspedes de Europa, premio que la propiedad recogió en Londres. La finca acoge numerosos eventos de todo tipo a lo largo del año: conciertos, bodas, pases de modelos, galas benéficas y fiestas públicas y privadas y es lugar favorito de firmas para sus ¨photo-shoots¨ así como para rodajes, visitas de asociaciones de amantes de los jardines y de pasajeros de cruceros que visitan Motril.